La autoridad considera que la medida sanitaria de restringir reuniones religiosas no atenta contra lo que reclaman las iglesias evangélicas.
"Si ellos quieren proceder con el tema están en su derecho", afirmó.
La Unidad Evangélica de Chile recurrió a la CIDH.
El Gobierno, a través del intendente del Biobío, Sergio Giacaman, rechazó de plano que en la región se coarte la libertad de culto en medio de la pandemia por una resolución sanitaria que impide celebrar presencialmente actividades religiosas, hecho que motivó a la Unidad Evangélica de Chile a denunciar al Estado ante la Comisión Interamericana de Derecho Humanos.
Junto con reconocer que la práctica de culto es un derecho constitucional, Giacaman dijo que "en ningún caso desde el Gobierno o la autoridad sanitaria se ha restringido eso; lo que se ha restringido es evitar las aglomeraciones y velar por la salud de las personas".
Cabe recordar que aparte de ir a la CIDH se interpuso un recurso de protección, amparo y querella contra quienes resulten responsables de los malos tratos sufridos por el pastor Leonel Espinoza en la Comisaría de Carabineros de Hualpén.
"Hay bastante claridad en que tenemos que velar por la salud de las personas. Ahora, si hay dudas y ellos quieren proceder con el tema están en su derecho y serán los tribunales los que tomarán una decisión", indicó Giacaman.
