Un estudio aseguró que es un caso único y está asociado a una afección de la mujer que no había sido diagnosticada.
Una mujer de unos 40 años sufrió un insólito accidente tras realizarse un test nasal de Covid-19: tuvo una fuga de líquido cerebroespinal luego que el revestimiento de su cerebro fuera herido.
El caso es el primero de este tipo, después de millones de examenes realizados con el mismo procedimiento, según publica la revista médica JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery, que divulgó un estudio sobre el caso de la estadounidense.
La publicación destaca que la mujer tenía una afección preexistente: "la paciente tenía un defecto craneal que no había sido diagnosticado y estaba presente desde 2017 (según radiografías en su historial médico)".
Antes de someterse a una cirugía de hernia en julio, la mujer se realizó el test de Covid-19. Poco después, notó que un líquido transparente salía de su nariz. Luego vinieron los dolores de cabeza, rígidez en el cuello, vómitos y otros síntomas por los que finalmente fue hospitalizada y tratada a tiempo.
De acuerdo con el estudio, "la toma del test no resultó por sí misma en una violación a la base craneal, sino que causó un trauma a la condición preexistente de la mujer".
Los investigadores advierten que los pacientes con defectos a la base del cráneo, operaciones en la zona, o historial de enfermedades vinculadas a los senos paranasales, deben considerar métodos alternativos a los tests nasales para detectar el Covid-19.
