Karen Atala perdió la tuición de sus hijas en mayo de 2004.
Organismo determinó que el Estado chileno discriminó a la magistrado por su opción sexual.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) falló a favor de la jueza chilena Karen Atala, determinando que el Estado discriminó a la magistrado y violó su derecho a vivir en familia tras quitarle la tuición de sus hijas por ser lesbiana y vivir con su pareja.
La CIDH recomendó reparaciones para la jueza Atala y estimó que el Estado debe adoptar en su legislación políticas públicas, programas y directivas para prohibir y erradicar la discriminación con base en la orientación sexual en todas las esferas del ejercicio del poder público.
Para ello la comisión recomendó que se destinen recursos tanto financieros como humanos para llevar a cabo dicho cambio en la legislación.
La jueza Karen Atala perdió la tuición de sus tres hijas luego de que la Corte Suprema afirmara en el dictamen que el hecho de que la magistrada conviva con su pareja impide que las menores tengan un normal desarrollo.
