El creador de los personajes resaltó a Cooperativa el espíritu retro del equipo.
"Hay una mística acá adentro que después se irradia a la gente", aseguró.
En la cuenta regresiva para su presentación en la Quinta Vergara, el equipo de "31 minutos" está de cabeza ensayando el show exclusivamente creado para llegar hasta el Festival de Viña del Mar.
Se trata de un espectáculo que adoptará distintos aspectos distintivos del evento y los hará suyos para ofrecer algo completamente nuevo, marcando una diferencia de lo que fueron los exitosos shows durante 2012. Pero algo que no cambia es la naturaleza y dinámica de los personajes, tampoco esa manera de producir sus presentaciones con un espíritu más bien de antaño.
Es en ese sentido que Alvaro Díaz, uno de los creadores de los personajes del programa infantil, en conversación con Cooperativa, resaltó que "'31 minutos' siempre trata de ser el mismo mundo. Ya es anticuado el formato de los títeres. Ahora hablamos con el iluminador que está trabajando con nosotros, y me decía 'fui a Viña y no podían creer que nosotros somos el único show completamente analógico'. El tipo de iluminación que pedíamos era como de los setentas".
Y realmente, nadie en el equipo tiene problemas, porque así han trabajado desde el principio. "A mí me gusta que sea así – aseguró Díaz-, no me interesan tanto los LEDs, las luces y los lasers, creo que al final es parafernalia. Lo otro está mucho más vivo. La escenografía sigue siendo de madera. Entonces, puedes incorporar en tus rutinas, en tus temas, cosas que venían sucediendo. El uso como de las cosas de informática. Pero a nosotros no nos cambia mucho".
El circo
Como en todo trabajo, en 10 años se experimenta una evolución, y en esa línea quienes forman parte del staff de "31 minutos" han sufrido varios cambios, en diversos aspectos. No son inmunes a la avance del tiempo, tanto en necesidades, como en recompensas.
Consultado sobre lo que ha sucedido en la década desde el debut del programa televisivo, Alvaro Díaz comentó que "va creciendo todo no más. Se pone más complicado, todo está más caro, la gente está más vieja, la gente cobra más. También uno quiere tener más plata, aunque más que la plata uno quiere estar más cómodo. Quiere hacer menos. Antes uno armaba la escenografía, agarraba el mono, hacía la voz, se agachaba. Ahora ya no te quieres agachar y no quieres armar tú la escenografía, pero fue bueno aprenderlo".
Aunque por otro lado, confesó que "para mi lo 'choro' es que vas incorporando siempre nueva gente. Mantienes a tu equipo madre, hoy volvió un montón de gente que no estaba con nosotros hace mucho rato. Que es increíble tenerla cerca, y que se vuelva a respirar la onda histórica de '31 minutos' y por otro lado viene entrando nueva gente del teatro, que viene con otras ideas y con aportes súper buenos, que siempre te van abriendo al mundo (...) Entonces, es como un circo y es 'grosso' que sea así".
"Como 'Austin Powers'"
Para Alvaro Díaz, el haber hecho ellos mismos los personajes y haber pasado por diferentes procesos creativos, siempre ha tenido su retribución desde el público, la cual ahora se potencia con el alcance que tienen en la actualidad, con su paso por Lollapalooza, la "gira mundial" y el arribo al Festival de Viña del Mar, que les asegura una ventana más amplia dentro de Latinoamérica.
Pero la magia se mantiene con ese espíritu retro que los caracteriza. "Somos como un amplificador a tubo, suena mejor que todo -planteó Díaz-. Yo creo que hay una mística acá adentro que después se irradia a la gente y se pasa a los monos. O los monos nos pasan a nosotros. El show uno lo ensaya pero después quieres empezar a pasarla bien, y si es así uno perdona un poco los errores, que ojala no sucedan, pero sobre todo la gente como que engancha y se siente invitada a participar. Los personajes son muy generosos en ese sentido. Son muy atractivos y encantadores".
"Nadie quiere aparentar ser lo que no se es. Y, en ese sentido, '31 minutos' es super honesto en su propuesta. Y la idea es que nunca se traicione mucho. Nunca vas a ver un mono volar en digital o 3D. Si hicimos un títere gigante lo hicimos de tela y madera, que es lo que hacemos nosotros y no tiene por qué quedar malo", sostuvo.
A lo que finalmente, añadió que "nuestro referente siempre está en épocas en las que no habían efectos digitales. Somos de otra época no más. Como 'Austin Powers'".
Los personajes de "31 minutos" estarán presentes en la cuarta noche del Festival de Viña del Mar 2013, momento en el que compartirán escenario con Francisca Valenzuela y Jorge González.
