La presidenta de Brasil se declaró "orgullosa" de su género.
A la vez, remarcó su compromiso de avanzar en igualdad entre los dos sexos en su país.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó este martes que su condición femenina no afecta ni favorece las relaciones de su país con otras naciones, y añadió que las mujeres han demostrado mucha capacidad como gobernantes en todo el mundo.
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| "El nivel de avance de una sociedad se puede medir por la emancipación de sus mujeres", reflexionó la jefa de Estado. (Foto: EFE) |
"No creo que el asunto del género interfiera en la relación entre países. La mujer viene demostrando, en todo el mundo, mucha competencia al ocupar altos cargos públicos", afirmó la mandataria en una columna publicada en diarios regionales brasileños.
"Ya somos muchas actuando. Me siendo orgullosa de integrar un grupo formado por Cristina (Fernández de) Kirchner, de Argentina; Laura Chinchilla, de Costa Rica; Angela Merkel, de Alemania; Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile, y actualmente en la ONU; Ellen Johnson Sirleaf, de Liberia, entre tantas otras", dijo.
Según indicó Rousseff, una gobernante puede cambiar las condiciones de las mujeres en su propio país e influir en otros países tanto por el ejemplo como por el diálogo.
Agregó que si su condición como presidenta demuestra la madurez democrática de la sociedad brasileña, también le impone la responsabilidad de traducir en acciones concretas el compromiso de esa sociedad con la igualdad de género, para dar mayores oportunidades a las mujeres.
"Alguien ya dijo -y yo estoy plenamente de acuerdo- que el nivel de avance de una sociedad puede ser medido por el grado de emancipación de sus mujeres", finalizó.
