El doctor en Historia y experto en la Iglesia Católica Marcial Sánchez celebró como una "excelente noticia" para la iglesia Católica y la sociedad en general que el papa Francisco haya aceptado la renuncia de Ricardo Ezzati como arzobispo de Santiago.
"Era un personaje que hasta el día de hoy no estaba cumpliendo con los cánones que necesita hoy día un país como Chile, más aún un cardenal imputado y que trato en dos oportunidad de zafarse de la justicia y no pudo", sostuvo en conversación con El Diario de Cooperativa.
Asimismo, apuntó que "no estoy muy de acuerdo con Jaime (Coiro)", vocero de la Conferencia Episcopal, quien también en diálogo con Cooperativa descartó que la salida de Ezzati se concretara hoy debido a la decisión de la justicia chilena -de ayer- de rechazar su sobreseimiento, ya que "la situación venía en proceso".
"Lógico que todo incide, no podemos seguir diciendo cosas que no son. Acá hay una cosa bastante clara, cuando hay un arzobispo y un cardenal que ha sido imputado y al que le dijeron en su cara tantas cosas en Roma, un cardenal que ha presentado dos veces para poder zafar se de la justicia, es impresentable. Era obvio que tenía que irse", replicó Sánchez.
"Ahora Ezzati puede preocuparse más bien de su problema judicial, que se le está viniendo encima", emplazó el experto.
Respecto a la demora con el papa aceptó la renuncia del ahora ex arzobispo, quien junto al resto de los obispos chilenos pusieron su cargo a disposición en mayo del año pasado, comentó que se debió a que "él mismo (Francisco) lo dijo, no tenía a nadie a quien nombrar, buscó la persona más idónea. El primer nombre no era Celestino Aós (...) hubo gente a la que se le solicitó, que no quiso, gente que se propuso ellos mismo y tampoco (les) aceptaron".
"Se demoró bastante en tomar esa decisión y lamentablemente en esa demora se siguió profundizando la crisis fundamentalmente en el Arzobispado de Santiago y también en la curia en general", lamentó.
"Lo importante es que hoy día se está dando un paso clave que va a dar la vuelta la mundo, se está yendo un hombre que había perdido su legitimidad como cardenal, como arzobispo y que también había llevado a la iglesia de Santiago a una profunda crisis (...) él y Errázuriz, cuando uno conoce los casos judiciales que se están llevando a cabo siempre son los nombrados", agregó.
"Tenemos algo súper claro, se fue Ezzati y eso me deja dormir un poco más tranquilo", expresó.
Sobre Aós, son "signos de esperanza"
De todas maneras, consultado sobre el reemplazante de Ezzati, el hasta ahora obispo de Copiapó, Celestino Aós Braco, quien asumirá en condición de administrador apostólico, resaltó que "es un hombre ponderado, pero tiene mucha fuerza; toma decisiones".
"Son signos de esperanza cuando llegan nuevas personas a nuevos lugares", manifestó, y espera que Aós "tome el bastón que le corresponde y avance con la fuerza que le corresponde, siempre las credenciales en Chile son complejas (...) en el caso de Celestino hay que esperar y ver, evaluar lo que él va a tomar".
"Hoy día él (Aós) va a tener que demostrar ante la opinión pública su gran capacidad para poder administrar un verdadero elefante blanco que es el arzobispado de Santiago, y ser capaz de empezar a golpear la mesa a la luz de lo que está haciendo el papa. Hay que buscar soluciones y que la solución pase primero por colocar a las víctimas por sobre todo, y segundo buscar la verdad profundamente", sentenció el experto.
