La ministra vocera de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, se refirió a sus dichos sobre un "Estado de derecho en jaque" por la criminalidad de hace dos días, afirmando que el país es capaz de enfrentar y superar ese problema, para lo que llamó a "levantar la cabeza para no llegar al jaque mate".
La autoridad dijo a Cooperativa que todos los actores que tienen que ver con la represión de la delincuencia y la criminalidad deben tomar las medidas necesarias oportunamente, ya que el peligro de que se concrete el jaque mate "depende de nosotros".
Sobre la visión del Poder Judicial del trabajo de los otros poderes involucrados en la materia, Vivanco dijo que "creo que todos los incumbentes estamos haciendo los mejores esfuerzos para combatir la criminalidad, cada uno en las competencias que le corresponden".
En ese sentido, la vocera afirmó que es indispensable multiplicar y coordinar todas las acciones que se están llevando a cabo "y darnos cuenta de que el esfuerzo tiene que ser continuo y creciente, en la medida de que la delincuencia también es continua y creciente".
Respecto al rol del Poder Judicial y de los jueces en aquello, la vocera recalcó: "que el sistema sea garantista no significa que sea obsecuente con la delincuencia, pero siempre hay que estar revisando los procedimientos para ver si están siendo eficaces o no".
"Esa revisión le corresponde a los otros órganos colegisladores, que también es una arista de aquello que como país podríamos hacer", dijo.
FACTORES QUE PROPICIARON EL AUMENTO DE LA CRIMINALIDAD
Respecto a cómo aumentó la criminalidad, Vivanco manifestó estar de acuerdo con el análisis del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, de que el jaque del Estado de derecho se remonta hace un tiempo, pero apuntó: "que algo venga de hace tiempo y vaya creciendo significa que tenemos que preocuparnos más aún".
"Nosotros éramos un país bastante tranquilo y confiado de tener rangos de criminalidad en promedio aceptados, pero evidentemente han ido pasando una serie de situaciones que han ido acrecentando una cierta crispación social", declaró.
En ese sentido, mencionó a jóvenes sin oportunidades y antisistémicos, la multiplicación de bandas criminales, la "tremenda influencia del narcotráfico", la incapacidad total del sistema para rehabilitar a las personas que delinquen, un "problema muy grave que se remonta hace muchos años".
Además, apuntó que la confianza en las instituciones tiene incidencia en aquello. "Digamos que nuestro país en los últimos años no ha privilegiado mucho el respetar y proteger las instituciones (...) y si nosotros no incentivamos que las personas jóvenes que se están formando consideren que las instituciones deben ser respetadas, es muy probable que el resultado de eso sea un grado de asocialidad y eso también significa que tenemos que tener un comportamiento acorde y cualquier hecho de corrupción coincide en eso".
