El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) negó los argumentos del Gobierno para no haber contactado a Fabiola Campillai en los meses que siguieron al disparo de una lacrimógena en su rostro, que provocó perdiera sus ojos y quedara con daño neurológico.
En medio del balance que el Ejecutivo presentó este sábado de los desmanes registrados durante el 11 de septiembre, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, justificó que las autoridades no se comunicaran ni con la mujer ni con otras víctimas de trauma ocular por una supuesta recomendación del Instituto.
Sin embargo, el INDH salió al paso de la declaración con un comunicado, en que aseguran que Galli "falta a la verdad", pues oficiaron al general director de Carabineros, Mario Rozas, para solicitar que la policía pidiera a las víctimas "sus declaraciones por oficio, por escrito, para evitar su revictimización, al llegar patrullas con balizas a sus hogares o a los centros asistenciales donde se encontraban aún convalecientes".
"Siempre la recomendación fue que estuvieran disponibles para entregar la información por escrito, o a través del Ministerio Público. Incluso el Instituto remitió todos los antecedentes con que cuenta para que los sumarios avancen", puntualiza el escrito.
En ese sentido, para el INDH "el subsecretario intenta justificar el lento progreso de los sumarios y la falta de contacto del Gobierno con las víctimas en una falsedad, que consideramos inaceptable".
Fabiola se encuentra hospitalizada en una UCI desde este viernes por el daño en una fístula en su cráneo, que requiere de una intervención que debería realizarse este fin de semana.
En tanto, el ex capitán de Carabineros Patricio Maturana, imputado por el disparo que la cegó, ha cumplido siete días de arresto domiciliario total después de que se le revocara la prisión preventiva por su presunta responsabilidad en este caso.
