El Presidente Sebastián Piñera valoró positivamente el llamado que hicieron este martes, a través de una declaración pública, más de 200 figuras de los gobiernos de la Concertación (1990-2010) y de la Nueva Mayoría (2014-2018) a la unidad del país frente a la crisis social, que hasta ahora ha dejado al menos 30 muertos.
La carta, titulada "Es tiempo de un acuerdo nacional", fue firmada por numerosos ex ministros como Soledad Alvear, Mariana Aylwin, Sergio Bitar, Vivianne Blanlot, José Joaquín Brunner, Enrique Correa, Adriana Delpiano, Mariano Fernández, José Miguel Insulza, José Goñi, Osvaldo Puccio, Isidro Solís, Juan Gabriel Valdés, José Antonio Viera-Gallo e Ignacio Walker, entre otras personalidades de la centroizquierda.
En total, fueron 231 firmantes que se definen como "independientes progresistas y exponentes de la centroizquierda democrática" y que postulan un "Acuerdo Nacional 2020-2022" en torno a tres puntos "esenciales": un "programa social relevante y sostenible", "paz social y orden público" y "recuperación y crecimiento de la economía".
"Aprecio y valoro espíritu e intención de la carta firmada hoy por más de 200 personas de la ex Concertación", escribió el Presidente Piñera, la noche de este martes, en su cuenta oficial de Twitter.
"Sin duda Chile necesita un acuerdo para avanzar hacia un país más justo, seguro y en paz. Este camino debemos recorrerlo con unidad, sensibilidad social y responsabilidad", agregó el Mandatario.
Este llamado se produce en la víspera del pistoletazo de salida, este miércoles, a la campaña para el plebiscito constitucional, una contienda que los expertos auguran crispada y que es la más importante desde aquella que en 1988 puso fin a la dictadura militar.
Los partidos empezarán a desplegar su poderosa maquinaria propagandística a mediados de esta semana y tratarán de convencer a los chilenos de votar a favor o en contra de derogar la actual Constitución, escrita durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y vista por gran parte de la sociedad como el origen de la gran desigualdad que afecta al país por su corte neoliberal.
La propaganda se divulgará de momento casa por casa, en la calle, en la prensa escrita o en la radio, ya que los anuncios en televisión -tan determinantes en el plebiscito de hace tres décadas- solo están permitidos un mes antes del referéndum.
