En 2021 llegaron a Chile 156 mil toneladas de ropa usada: gran parte terminó desechada en el desierto

Publicado:
| Periodista Digital: EFE

Un estudio de la investigadora Beatriz O'Brien identificó que Chile es el cuarto país del mundo que importa más textiles de marcas internacionales que terminan en vertederos irregulares.

La ropa llega al país por vía marítima en paquetes de entre 40 y 45 kilos.

En 2021 llegaron a Chile 156 mil toneladas de ropa usada: gran parte terminó desechada en el desierto
 Pixabay (referencial)

El 60% de esa ropa "termina de alguna u otra forma en el desierto", con comunidades precarias y vulnerables que se hacen cargo de la contaminación de los desechos, dijo O'Brien.

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Chile recibió en 2021 una cantidad récord de 156 mil toneladas de ropa desechada o sin usar, que en su mayor parte acaba en el desierto de Atacama, según ha denunciado en Viena la investigadora Beatriz O'Brien, consultora de Cepal.

Según los datos preliminares del informe para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Chile es el cuarto país del mundo que más textiles procedentes de marcas internacionales de ropa importa y deposita en vertederos irregulares.

Con estas 156 mil en 2021 -casi tres veces más que en 2020- el país está solo por detrás de Pakistán, los Emiratos Árabes Unidos y Malasia, señala el informe que será presentado oficialmente a finales de año en Santiago.

O'Brien explicó a Agencia EFE que "60% de esta ropa termina de alguna u otra forma en el desierto" y que "son comunidades vulnerables y precarias las que se hacen cargo de los desechos y de la contaminación que generan estos residuos", agregó la investigadora en referencia al elevado porcentaje de químicos que contiene esta ropa (63%).

La ropa llega por vía marítima en paquetes de entre 40 y 45 kilos, que se comercializan a través de intermediarios a precios de entre 1 y 2 dólares (entre 804 y 1.600 pesos) por kilo.

MÁS BARATO ENVIAR LA ROPA QUE VENDERLA O RECICLARLA

O'Brien cataloga la práctica como "colonialismo de residuos", al ser procedente de los países industrializados del norte (Estados Unidos, Asia y Europa) que mandan su ropa no deseada al llamado "sur global".

Para marcas internacionales, como Nike, Adidas o H&M, es más barato enviar la ropa no usada a países del sur en lugar de intentar venderla o reciclarla, asegura la investigadora chilena, que está en Austria por una invitación de la fundación austríaca Común, que organiza esta semana una conferencia sobre residuos textiles.

La investigadora añade que no se trata únicamente de ropa desechada y rota, sino en muchos casos también es vestimenta jamás usada, envuelta en sus bolsas originales y con etiquetas puestas.

"El consumidor debe saber que cada vez que dona ropa, una gran parte acaba descartada en una comunidad de algún lugar del mundo y afecta allí a gente que tiene condiciones de vida muy difíciles", comenta.

"Europa debe entender que hay otras comunidades que sufren este impacto. Ojalá, se implementen esquemas de responsabilidad extendida para el productor, para que estas comunidades reciban financiamiento para manejar la gran cantidad de materiales, que sí pueden ser reciclados o reutilizados", asegura Beatriz O'Brien.

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