El detenido, que se encuentra confeso, intentaba huir desde Río Branco, municipio donde ocurrió el crimen de Karina Bobadilla, a la ciudad de Feijó.
"Se sabe de que había un hombre que andaba a la siga de ella", contó la familia de la joven.
Karina, de 22 años, estaba recorriendo Sudamérica, cumpliendo su gran sueño.
La Policía Civil del estado brasileño de Acre detuvo a un hombre sospechoso de haber cometido el asesinato de Karina Bobadilla, la joven chilena que murió el sábado pasado tras ser apuñalada múltiples veces en plena calle del municipio de Río Branco.
El sujeto fue arrestado cuando intentaba huir a la ciudad de Feijó en un taxi y luego llevado a una estación policial, donde, según la información del caso, confesó la autoría del crimen, antecedente que ya fue informado a la familia de ella.
Su madre adoptiva, Rita Ormeño, contó a Una Nueva Mañana que "se sabe de que había un hombre que andaba hace 10 días a la siga de ella, y como ella no quiso nada con él, no halla nada mejor que atacarla y robarle, para que pareciera un robo. Él está preso, confeso, dio toda su declaración y por qué lo había hecho".
La joven, de 22 años, llevaba casi un año recorriendo Sudamérica, cumpliendo su sueño, acompañada sólo de su mochila, y había llegado a Brasil a mediados de enero tras haber estado seis meses en Perú.
Problemas familiares impiden repatriación de sus restos
La familia realiza ahora los trámites para el proceso de repatriación de los restos, para lo cual se necesita autorización de los padres biológicos: aquello ha costado más de la cuenta por diferencias entre el padre sanguíneo y la madre adoptiva, según reconoció la mujer en Cooperativa.
La abuela materna, Silvia Rodríguez, explicó que "el cónsul nos informó que desde ese momento son 10 días de investigación policial, y después la vamos a traer, repatriar; ahora lo único que nos interesa es hacer los trámites, nos falta un documento de notaría del papá para que autorice al cónsul para que haga los trámites allá".
Pertenencias de la joven fueron halladas en los lugares donde los abandonó el detenido, gracias a la información que él mismo proporcionó a la policía, que lo mantiene bajo custodia.
En tanto, en Talca, ciudad natal de Karina, realizaron un velorio simbólico a la espera de su repatriación.
