Para el Presidente, el país tiene el derecho a plantearse el tema de los derechos humanos en el mundo y aspirar a que también en la nación caribeña se avance en el respeto de ellos.
La política exterior de Chile se basa en la seriedad y la consecuencia, y -por ello- el voto nacional en la comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) sobre Cuba es coherente, sentenció este jueves Ricardo Lagos.
Durante una visita a empresas de Calbuco, Décima Región, el jefe de Estado subrayó que "hemos hecho un planteamiento de coherencia en materia de política exterior, es de coherencia respecto de cómo entendemos que los derechos humanos se respetan en el mundo".
Según el Presidente, la enseñanza del siglo 20 en materia de derechos humanos es que siempre se puede avanzar en su respeto y, además, cada nación tiene la posibilidad de evaluar el tema, tanto respecto a su propia realidad como la de otros países.
Lagos agregó que "si hemos hecho un juicio respecto de un país, es porque hemos visto que lo que se está pidiendo en muy modesto, que un relator pueda dar cuenta de lo que allí ocurre"
La postura de La Moneda también fue reafirmada por el titular del Interior, José Miguel Insulza, quien en Santiago recordó que "nadie puede quejarse de que no fue avisado, que lo tomaron por sorpresa y ha sido una decisión muy transparente".
Insulza expresó su confianza en que la relación con Cuba no se verá afectada por el voto chileno en Ginebra, pues se trató de una resolución muy menor respecto de años anteriores, y que principalmente plantea el envío de un relator de ONU a la isla.
Sin embargo, ni las palabras de Lagos e Insulza lograron aplacar la molestia del embajador de La Habana en Santiago, Alfonso Fraga, quien lamentó no haber podido lograr que Chile haya adoptado "una posición más coherente y más justa".
"Todo el mundo sabe que esa es una resolución que fue promovida por Estados Unidos, como lo hace anualmente", aseguró el diplomático.
