Los prestadores se explican en el uso de tecnologías, mayor calidad y rapidez del servicio.
Los expertos aseguran que no se justifica.
Un hemograma puede costar 3.890 pesos en la Clínica Dávila y 24.463 en la Clínica Las Condes.
El precio de los exámenes médicos registran diferencias de hasta 15 veces dependiendo de la clínica.
Según los aranceles 2018, publicados en los sitios web de los prestadores, atendiéndose en formato particular y en horario hábil, el caso más extremo es el de una ecografía obstétrica, informa el diario El Mercurio.
Dicho examen tiene un valor de 9.060 pesos en la Clínica Dávila, similar también a los 11.479 pesos en la Red Salud Providencia. Sin embargo, en la Clínica Las Condes, el mismo procedimiento tiene una precio de 152 mil pesos.
Otro caso es el del hemograma que registra un valor de 3.890 pesos en la Clínica Dávila, 4.500 en la Red Salud Providencia, 5.570 en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, 19.000 en la Clínica Santa María, 23.262 en la Alemana, 24.250 en el Hospital Clínico de la Red Salud UC Christus y 24.463 en la Clínica Las Condes.
Según explica la publicación, Clínicas de Chile, asociación gremial que reúne a los 39 principales prestadores privados de salud, explica que las brechas pueden estar asociadas con "diferencias en costos laborales, en el valor de la tecnología utilizada o las condiciones en que se da la prestación".
En tanto, la directora médica de la Clínica Las Condes, May Chomalí, aseguró al diario que los mayores precios pueden explicarse en que sus laboratorios usan tecnología única en Latinoamérica que permite reducir el porcentaje de error y tener resultados rápidos.
Expertos: No hay razones objetivas que puedan justificarlo
Los expertos consultados por el diario, sin embargo, dicen que estas diferencias no se justifican.
"Si los laboratorios están acreditados, si el personal es profesional y si los equipos son similares, no hay una justificación para tan altas diferencias", aseguró al diario el ex presidente del Colegio Médico, Enrique Paris.
"No hay razones objetivas que permitan justificar una diferencia de 15 veces el precio", explicó en tanto el director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, Héctor Sánchez.
"Puedes tener una diferencia de dos o tres veces el precio, dada por niveles de tecnología, por calidad del servicio, rapidez de resultados, por profesionales de mayor costo, pero para diferencias tan grandes no hay razón que no sea estrictamente comercial", agregó al diario.
