La muestra del artista chileno estuvo en el CA660 entre agosto y noviembre.
"Se cumplió el objetivo que busco con mis obras", dijo.
El montaje se basó principalmente en estructuras luminosas.
Luego de tres meses de exposición, la retrospectiva "Una guerra silenciosa e imposible" del artista chileno Iván Navarro alcanzó un total de 26.500 visitas en el Centro de las Artes 660.
El montaje, que estuvo abierto al público desde el 7 de agosto al 8 de noviembre y que incluyó 23 obras, entre instalaciones, esculturas luminosas, objetos transformados, videos y música, permitió además que 8.000 alumnos de diversos establecimientos escolares y de educación superior públicos y privados asistieran a la muestra y conocieran su trabajo.
"Técnicamente, estuvo súper bien la exposición. Me gustó el espacio y cómo quedó el montaje. Se cumplió el objetivo que busco con mis obras y es que la luz revele algo, una situación, un espacio, un significado, algo que no existía antes. Me voy contento de vuelta a Nueva York, con las energías recargadas", aseguró el artista.
Por su parte, la directora de la Fundación CorpArtes, Jacqueline Plass, destacó que "Navarro nos desafió como espectadores con una propuesta tan visual como ideológicamente profunda. Y la rotunda respuesta del público, con las miles de personas que asistieron a la exposición, refleja el interés de los chilenos por acceder a estas propuestas culturales y artísticas de calidad".
"Una guerra silenciosa e imposible" vino a relevar a la exitosa "Obsesión infinita" de la japonesa Yayoi Kusama, que alcanzó las 160 mil visitas.
