Caso maristas: Isaac Givovich afirma que existía un "ritual de abuso"

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Autor: Cooperativa.cl

"Tú eres un becerro, el religioso agradece a Dios su grato momento y te trata de pecador", relató el ex alumno, quien hoy fue recibido por Charles Scicluna.

Dijo haberle hecho presente el "sesgo social" con que el Vaticano ha reaccionado a este tipo de casos en Chile.

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"Fuimos abusados en nombre de Dios", dijo Givovich a Cooperativa.

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"No soy víctima, soy sobreviviente. Nosotros siempre tratamos de remarcarlo, porque pasar del proceso de víctima a sobreviviente no es fácil, tiene que ver con la revictimización, con revivir los hechos; sentirse revictimizado constantemente".

Así comenzó la conversación que tuvo este martes con Cooperativa Isaac Givovich, uno de los denunciantes públicos de los abusos sexuales cometidos por religiosos al interior del Instituto Alonso de Ercilla, perteneciente a la congregación de los Hermanos Maristas.

"El abuso sexual te transforma la vida"

Givovich se entrevistó hoy con el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, quien fue enviado a Chile por el papa Francisco para recoger testimonios relacionados con el encubrimiento de los abusos de Fernando Karadima por parte de Juan Barros, pero que abrió su agenda para escuchar a los ex alumnos maristas.

"Gracias a Dios mostró una actitud bastante empática", contó Givovich, quien concurrió junto a su esposa, Asunción Lavín, y a otros tres "sobrevivientes": Jaime Concha, Jorge Franco, Gonzalo Dezerega.

"Era necesario que monseñor Scicluna conociera de manera global el abuso a niños y cómo lo vivíamos hoy, de adultos, para mostrarle de manera global e íntegra cómo te afecta a ti, como sobreviviente, el abuso sexual eclesiástico, pero también cómo afecta a una familia desde lo moral, lo ético, la fe... Te transforma la vida", señaló a La Historia es Nuestra.

"Fuimos abusados en nombre de Dios"

Isaac Givovich relató que parte de su conversación con Scicluna consistió en explicarle el abuso moral y de poder del que se valían los religiosos para cometer sus crímenes, y enfático señaló: "Fuimos abusados en nombre de Dios".

"En el Instituto Alonso de Ercilla fui abusado a partir de los seis años por un hermano, un religioso (Adolfo Fuentes). En esa época el 80 por ciento de los profesores que había en aula eran hermanos, con una autoridad absoluta, donde teníamos un sentido de obediencia... Ellos eran enviados de Dios en la tierra para nosotros, con superioridad y convicción moral", explicó.

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"En el Instituto Alonso de Ercilla fui abusado desde los seis años por un religioso", dijo Givovich refiriéndose al hermano marista español Adolfo Fuentes.

"Esto se vuelve en un concepto que yo lo llamo 'el ritual', donde tú eres un becerro, un enviado, un elegido, donde este religioso abusa de ti y después agradece a Dios su grato momento, y donde además te trata de pecador, y dice que tus pecados están perdonados. Imagínate lo que es para un niño de seis años vivir este proceso", dijo, y resaltó que "hay sobrevivientes que tienen historias de más de 10 años de abuso dentro del colegio, con diferentes hermanos, con los mismos parámetros, los mismos patrones, los mismos rangos, donde se va repitiendo la historia".

Sesgo de clase

El "sobreviviente" también reveló que, en el encuentro con Scicluna, él y sus pares le hicieron presente el "sesgo social" y de clase con que, a su juicio, el Vaticano y la Iglesia han determinado "qué casos son importantes" y cuáles no.

Una muestra es el propio caso maristas, donde "son decenas de víctimas, numerosos los agresores, y nadie hacía nada por esto", pese a que la congregación atiende al día de hoy a 15 mil alumnos a lo largo de Chile.

"Se le hicieron emplazamientos (al arzobispo). Por ejemplo, que nosotros creíamos que había una justicia canónica para ricos -porque El Vaticano lo enviaba a él a investigar una iglesia como El Bosque, donde son puras víctimas ABC1, pura gente rica- pero nadie mandaba a investigar un caso de un colegio emblemático de Santiago, de una congregación muy emblemática a nivel mundial, pero donde nuestras familias son de clase media", criticó.

"¿Dónde está el Estado?"

El yerno de Joaquín Lavín resaltó, sin embargo, que esta actitud también se observa en la misma justicia chilena, donde la Fiscalía tiene antecedentes desde agosto y aún no cita a declarar a ninguna de las víctimas.

"Tengo una declaración de reconocimiento de la congregación marista antes de que me cite incluso un fiscal a declarar. ¿Dónde está el Estado en este momento? En el caso del Colegio Cumbres y Colegio Apoquindo fue mucho más rápido, entonces el Estado también está teniendo un sesgo social con relación a estos casos, y eso nos preocupa y se lo planteamos a monseñor Scicluna, lo cual él reconoce: que en Chile existe una segregación social muy grande, que no existe en el resto del mundo", concluyó.

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