Estudio del ISGlobal: El Covid-19 es una enfermedad estacional

Publicado:
| Periodista Digital: EFE

Además, su transmisión está asociada a temperaturas y humedad bajas.

Se destaca la "considerable" transmisión por partículas en suspensión.

Estudio del ISGlobal: El Covid-19 es una enfermedad estacional
 EFE (archivo)

La investigación analizó asociación de temperatura y humedad en la fase inicial de la propagación del virus en 162 países.

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Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) concluyó que el Covid-19 es una enfermedad estacional y su transmisión está asociada a temperaturas y humedad bajas, como otros resfríos y enfermedades causadas por coronavirus.

La investigación que publicó la revista Nature Computational Science destaca la "considerable" transmisión por las partículas suspendidas y la necesidad de adoptar medidas que promuevan la "higiene del aire". 

Señales previas

En un comienzo los científicos indagaron en el comportamiento del Covid-2019, el cual parecía comportarse como un virus estacional similar a un resfrió porque se transmitía con la misma intensidad a lo largo de todo el año.

Un primer estudio con modelos teóricos concluyó que el clima no era un factor importante, dado el gran número de personas susceptibles sin inmunidad previa contra el virus.

Sin embargo, algunas observaciones sugerían que la propagación inicial del virus en China ocurrió en una latitud entre 30 y 50 grados norte, con bajos niveles de humedad y temperaturas frías, de entre 5ºC y 11ºC.

"La cuestión de si el Covid-19 es una enfermedad realmente estacional se vuelve cada vez más importante para implementar intervenciones efectivas", comentó el director del programa de Clima y Salud de ISGlobal y coordinador del estudio, Xavier Rodó.

Rodó recordó que el ISGlobal desarrolló "uno de los dos únicos modelos computacionales predictivos que se han aplicado en muchos países, con resultados muy positivos en la mayoría de ellos".

La investigación

Los investigadores del ISGlobal, analizaron la asociación de temperatura y humedad en la fase inicial de la propagación del virus en 162 países y estableció una correlación con la tasa de transmisión del virus. Se comprobó que las mayores tasas de transmisión se asocian con temperaturas y humedad más bajas.

También analizaron la evolución de esta asociación entre clima y enfermedad a lo largo del tiempo, y si era consistente a diferentes escalas geográficas a través de una herramienta de reconocimiento de patrones en diferentes periodos.

Estos datos, tuvieron patrones consistentes durante la primera, segunda y tercera olas de la pandemia y referentes a países y regiones muy afectadas por el virus como Lombardía (Italia), Turingia (Alemania), Cataluña (España), e incluso ciudades, como Barcelona.

Esto comprobó que las primeras olas fueron de baja al aumentar la temperatura y la humedad, y que la segunda ola aumentó al disminuir la temperatura y la humedad.

Sin embargo, este patrón se rompió durante el verano en todos los continentes.

"Esto podría deberse a varios factores, incluyendo concentraciones masivas de personas jóvenes, turismo y aire acondicionado, entre otros", justificó el investigador del ISGlobal Alejandro Fontal.

Los efectos del clima fueron más evidentes a temperaturas entre 12ºC y 18ºC y niveles de humedad entre 4 y 12 g/m3 (kilogramo por metro cúbico), aunque los investigadores advirtieron de que estos son solo estándares, debido al tiempo limitado de los registros.

Las conclusiones

Finalmente, al usar un modelo epidemiológico, el estudio mostró que incorporar la temperatura en la tasa de transmisión funciona mejor para predecir la subida y bajada de las diferentes olas, particularmente la primera y la tercera en Europa.

"El conjunto de nuestros resultados apoya la idea de que el Covid-19 es una infección verdaderamente estacional, similar a la gripe y los otros coronavirus del resfriado común", dijo Rodó.

Esta estacionalidad, según los investigadores, contribuye a la transmisión del Covid-19, ya que las condiciones bajas de humedad reducen el rango de las partículas suspendidas y por tanto aumenta la transmisión aérea de virus estacionales como la gripe.

"Esta asociación justifica que hay que higienizar el aire mediante una mejor ventilación de los espacios interiores, ya que los aerosoles(partículas suspendidas) pueden permanecer suspendidos durante más tiempo", sentenció Rodó.

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