Este domingo se cumplen 20 años de aquel sufrido encuentro.
Marcelo Salas anotó el gol de la Roja.
Tras el destacado empate por 2-2 del debut ante Italia, la selección chilena chocó con Austria por el Grupo B del Mundial de Francia 1998 en un encuentro en el que igualó por 1-1 debido a un gol de última hora que amargó al equipo de Nelson Acosta.
Este domingo 17 de junio se cumplen 20 años de aquel recordado partido en que La Roja se encontró con un viejo conocido, buscando la revancha por el 1-0 sufrido en España 1982.
Repitiendo la alineación con la que se había jugado ante los italianos, el equipo nacional no la tuvo fácil ante los austriacos que mostraron un gran orden defensivo que le costó más de la cuenta penatrar a los pupilos de Nelson Acosta.
En el primer tiempo ambos equipos mostraron hambre de gol, pero Chile parecía tener algo más de claridad con Iván Zamorano y Marcelo Salas a la cabeza.
En el segunto tiempo, el ingreso de José Luis Sierra fue clave, pues la Roja encontró la elaboración que Fabián Estay no había podido darle en la fracción inicial.
Justamente así, tras un tiro libre por la izquierda, Zamorano cabeceó con fuerza dentro del área chica y el portero Markus Konsel dio un rebote que encontró el "Matador" Salas que no perdonó, pese a que el balón entró con misterio.
[Audio] [Del Recuerdo] Marcelo Salas aprovechó un rebote y puso a Chile en ventaja sobre Austria en #Francia98 https://t.co/iYgAguxykW pic.twitter.com/shHA1YnwP4
— Al Aire Libre en Cooperativa (@alairelibrecl) June 17, 2018
Sin embargo, otro cambio modificaría los planes. El técnico Herbert Prohaska decidió mandar al terreno de juego a Ivica Vastic a los 73' en lugar de Mario Haas, una sustitución que cambiaría el rumbo del compromiso.
Nelson Acosta, por el contrario, decidió dejar a los mismos, pese a que aún contraba con un cambio que prefirió guardarse, algo que se le sigue criticando hasta hoy.
Se terminaba el partido, se jugaba el segundo minuto adicional cuando Vastic recibe un pase afuera del área y despacha un remate que se clavó justo al ángulo izquierdo del portico defendido por Nelson Tapia.
Ya no quedaba tiempo para nada más. La Roja se despedía del partido con un 1-1 agónico que le daba su segunda unidad en el Grupo B. Ahora tocaba desafiar a Camerún para buscar el paso a octavos de final, pero esa ya es otra historia.
