Jorge Andrés Luchsinger participó ayer en la reconstitución del asesinato de sus padres, en Vilcún.
"Tengo que cumplir y ayudar lo más que pueda para esclarecer el crimen", dijo.
Su disponibilidad para colaborar con la investigación que llevan adelante la Fiscalía y las policías ratificó ayer, miércoles, Jorge Andrés Luchsinger, hijo del empresario Werner Luchsinger y Vivian Mackay, asesinados la madrugada del viernes 4 de enero en un atentado incendiario contra su casa del fundo Lumahue, en Vilcún.
Jorge Luchsinger Mackay participó durante la tarde de ayer en la reconstitución de escena del crimen y explicó a los investigadores cómo llegó al lugar de los hechos cuando la casa ya estaba ardiendo.
Pocos minutos antes, alrededor de la 01:15, había recibido un desesperado llamado telefónico de su madre, quien le pidió ayuda y le contó que la casa estaba siendo atacada por encapuchados.
Recordó cómo de inmediato partió en auto al lugar y durante varias horas buscó infructuosamente a sus padres en las inmediaciones del inmueble siniestrado, pensando que habían alcanzado a huir. Hacia el amanecer entendió que se encontraban muertos al interior de éste.
Su participación en la reconstitución "es parte del procedimiento: tengo que cumplir con eso y ayudar lo más que pueda a esclarecer este crimen", explicó Luchsinger al dialogar con la prensa una vez cumplidas las diligencias.
En medio de este proceso, no obstante, "uno revive eso (lo que pasó y cómo actuó), que en ese momento creí que era lo que tenía que hacer".
"Lamentablemente sigo analizándolo y pensando qué es lo que hice mal, que no llegué a tiempo; qué pude haber hecho para evitar que hubiesen fallecido o los hubiesen matado dentro de la casa. A lo menos los rescataba", reconoció.
Consultado sobre sus expectativas ante la investigación dijo que aún no espera "nada más de lo que esperaba en el principio, porque todavía no tengo ninguna información del proceso, más que haber declarado ahora. Yo no tengo ningún otro antecedente"
En medio de la reconstitución sólo "estaba concentrado en lo que me estaban indicando y en explicar lo mejor posible lo que había pasado", señaló.
Diligencias agregan detalles a la investigación
La reconstitución del atentado en el fundo Lumahue fue encabezada por el fiscal Francisco Ljibetic, que investiga el crimen con dedicación exclusiva. Horas antes, durante la mañana, el persecutor había liderado la reconstitución de otro hecho similar, ocurrido en diciembre en el Fundo Santa Isabel, de propiedad de la familia Seco Fourcade.
"Las víctimas han colaborado de manera muy significativa y yo los avalo y valoro mucho la disposición que han tenido. No se trata de un hecho común. Ellos están muy afectados, pero igualmente nos han proporcionado elementos adicionales que han sido recogidos por esta reconstitución", dijo Ljubetic.
"Con toda la Policía de Investigaciones, que tiene a cargo las labores investigativas y periciales, nos constituimos en el fundo Santa Isabel. Como se sabe, está en reserva la identidad de las víctimas, pero participaron las seis personas que se encontraban el día 22 (de diciembre de 2012), cuando ocurren los hechos", explicó.
En la diligencia "pudimos recrear, de acuerdo con sus relatos, los hechos de esa noche", añadió el fiscal regional, que consideró "bastante importantes este tipo de diligencias", en la medida que "ilustran significativamente el trabajo de los fiscales y los policías".
Con las reconstituciones "podemos contrastar los relatos y también las pruebas y reconocimientos que se han hecho previamente con lo que las propias víctimas y los testigos nos aportan".
Estas diligencias permiten "agregar algunos aspectos adicionales a la investigación" gracias a la mayor "fluidez de los relatos de las víctimas, que en las declaraciones que prestan muy cerca de los sucesos pueden, eventualmente, omitir algunos detalles que con el tiempo se van complementando", resaltó.
