Funcionarios de la empresa estatal indicaron que nunca ha habido sanciones ligadas a las irregularidades de las que son acusados y llamaron a regular las compañías privadas de correspondencia.
Con molestia y pena reaccionaron los empleados de Correos de Chile luego de las denuncias sobre pérdidas, cobros abusivos y hasta hurto de correspondencia o encomiendas que han aparecido en los últimos días.
En principio un foro de internet de un diario capitalino sirvió para que varios usuarios hicieran sus descargos con respecto a diversas anomalías en el servicio prestado por la empresa estatal, las que fueron recogidas por diversos medios de comunicación desde el viernes 29 de julio.
El presidente del sindicato de trabajadores de la empresa, Juan Arcos, declaró que todas las acusaciones contra funcionarios de Correos carecen de fundamentos y que nunca ningún trabajador de la empresa ha sido amonestado por alguna de las prácticas mencionadas o por la violación de correspondencia, lo que constituye un delito.
Además, sostuvo que el proceso de una carta es complejo, que puede haber pérdidas, más aún con el surgimiento de empresas privadas de correos.
El líder del sindicato que agrupa a más del 60 por ciento de los carteros de todo el país pidió la creación de una superintendencia que regule a las casi 300 compañías privadas, así como en la actualidad la única empresa pública tiene más que suficientes medios de control.
"En este país, así como hay un órgano que regula las salud pública y privada, como hay un órgano que regula la actividad bancaria pública y privada, en Chile se ve, ha llegado el momento de que debe haber un ente que regule la actividad postal tanto pública y privada. Hoy día es necesario más que nunca", dijo Arcos.
"Yo conmino e invito los señores parlamentarios, invito a los candidatos a la presidencia de este país a que tomen 'cartas en el asunto' y ayuden a colaborar, a transparentar el desarrollo de una industria pujante como es Correos de Chile", continuó.
Los trabajadores de correos calificaron las denuncias como "acusaciones al voleo", pues señalaron que no se han entregado nombres ni apellidos concretos, por lo que todos los funcionarios se ven perjudicados.
"Pésimo, en el sentido de que tengo hijos, nunca le he robado nada a nadie y se sabe que los compañeros de mis hijos los van acusar de que su papá es ladrón porque se sienten identificados con su papá es cartero. Tengo tres hijos, cómo van a ser las molestias de sus compañeros, cómo va a ser el trauma que va a tener el niño porque el papá es cartero y es ladrón", contó Jimmy Maturana, que recorre el sector de Lo Plaza e Irarrázabal, en Ñuñoa, sobre el daño que le causan estas denuncias.
Sobre los cobros abusivos, Juan Arcos fue categórico en señalar que cada entrega significa una entrega de 30 pesos para el cartero, a menos que exista un acuerdo particular con el usuario por un monto fijo mensual.
Expresó además que de ser efectiva alguna de las acusaciones, comprobada previa investigación, están dispuestos a tomar las medidas necesarias y a apoyar las sanciones, pero insistió en la probidad de todos los trabajadores.
